Interesante película que nos muestra Chile a finales de los 80 y como con un poco de imaginación y valentía se puede cambiar el rumbo de un país diciendo sólo una palabra: «No».Ante la presión internacional, el dictador chileno Augusto Pinochet se ve obligado a organizar un referéndum de apoyo a su presidencia en 1988. Los líderes de la oposición convencen a René Saavedra, un joven y atrevido ejecutivo publicitario, que se encargue de la campaña a favor del no. A pesar de disponer de recursos muy restringidos y del férreo escrutinio de la policía del déspota, Saavedra y su equipo llevan a la práctica un plan audaz para ganar las elecciones y liberar el país de la opresión.Lo mejor de la película es como va transcurriendo la acción. Como te hace participe de la historia como sí la estuvieras viviendo desde dentro. Y como, sin darte cuenta, te ves tarareando aquello de «Chile la alegría ya viene…» Y con ganas de ir a votar: «No», por supuesto.La verdad es que la película te absorbe por completo.En cuanto a la parte técnica hay que destacar el gran acierto de su director, Pablo Larraín en rodar en el mismo formato en que estaban grabadas las imágenes de aquella época, ya que logra perfectamente su propósito, y es que al espectador le resulta casi imposible diferenciar entre las imágenes de archivo y las que han sido rodadas en la actualidad. En cuanto al formato en 4:3 y la decisión de rodar con cámaras analógicas representa para él una resistencia ante la hegemonía de la alta definición.Por último pero no menos importante destacar la gran interpretación de Gael García Bernal como René Saavedra el joven publicista responsable de la campaña del «No». Y la nominación de la cinta a Mejor Película de habla no inglesa en los Óscar de este año.
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